Este estudio, realizado en Espinosa de los Monteros, se basa en el control preventivo y ecológico de las conocidas «plagas terrestres», orugas, larvas, caracoles, pulgones, etc.
¿Cómo llegan los pulgones a los frutales?
El pulgón, tiene dos vías de acceso a los frutales, una será por vía aérea y, otra quizás más temprana lo hace a través del tronco. Son pulgones recién nacidos casi invisibles para el ojo humano.
Proceden de los hormigueros que están a los pies de los frutales contaminados el año anterior. Las hormigas habrán guardado allí durante el invierno a las hembras reproductoras. No necesitan tener contactos con machos para criar, su sistema de reproducción es complejo y son «autosuficientes».
Una vez en el árbol, las hormigas les protegen de sus depredadores y se multiplican rápidamente. Ellas tomarán los excesos de savia, «ligamaza», que absorben de los brotes tiernos y que transportarán a sus despensas. La expansión de la plaga será muy rápida y pronto todos los frutales estarán contaminados.
¿Qué ocurre si no pueden subir a los frutales?
Si las hormigas no suben a los frutales los daños serán menores. Los pulgones alados serán entonces quién contaminen ligeramente nuestros árboles. En ese caso, buena parte de ellos serán comidos por sus predadores habituales, mariquitas, crisopas, escarabajo soldado entre otros; cosa que no pueden hacer si las hormigas están en los árboles, pues luchan fieramente hasta expulsarlos.
Por lo general quedarán pequeñas infecciones que no pondrán en peligro la cosecha. Puede ser recomendable un tratamiento en verano contra la «cidia pomonella» o gusano de la manzana, que llegará por el aire. Sería una pena que después de haber hecho todo bien, perdiéramos la cosecha a última hora.
El sistema «Antiplagas Espinosa de los Monteros»
El sistema «Antiplagas Espinosa de los Monteros», se encargará de que ni las hormigas ni otros «bichos» dañinos puedan subir por el tronco. El elemento soporte puede ser variado. El más barato, plástico de invernadero, cualquier otro vinilo con un mínimo de rigidez y, que aguante a la intemperie, servirá.
Si tiene una cara de un fino brillo, tanto mejor, pues el principio del éxito radica en que los insectos «patinen» y no puedan avanzar. El milagro lo consigue una gota de aceite de oliva bien extendida que, se repondrá cada mes.
Un sistema totalmente natural, barato y eficaz
Vemos por tanto que el sistema para controlar al pulgón y otras plagas es totalmente ecológico, donde no se maltrata a ninguna especie. Las hormigas irán desapareciendo poco a poco de nuestra huerta ante la imposibilidad de conseguir su comida preferida, la melaza. Por el contrario la fauna «amiga» al no utilizar insecticidas se multiplicará, consiguiéndose a partir del segundo año un equilibrio sostenible.
Como las hormigas son altamente eficaces para conseguir su propósito, tomaremos algunas precauciones. El arillo de plástico se ajustara bien al tronco. Si no es así, taparemos los huecos con plaste, masilla, engrudo, plastilina, etc.
Si hay tutores atados con cuerdas, pondremos el arillo por encima de éstas, de lo contrario pasarán por ellas. Si los árboles están en contacto con tapias, mallas u otros árboles sin tratar, pasarán por ellos. En ésas ramas pondremos un arillo invertido para aislarlas, so pena de podarlas.
¿Y si los árboles son de gran tamaño?
Cuando los árboles sean de gran tamaño o los troncos irregulares, cambiaremos el arillo cónico por un cincho de seis centímetros alrededor del tronco sujeto con una gomita de calidad.
Se puede poner una tira de fina espumilla o papel de cocina entre el tronco y el plástico, hará de aislante térmico y rellenará pequeños huecos. Igualmente se untará con una gota de aceite de oliva muy extendido. No por dar más aceite es más eficaz, todo lo contrario, además se irá tronco abajo manchándolo.
Nuestro consejo
Siempre buscaremos el mejor punto para colocarlo. Evitaremos grietas, nudos deformaciones, etc. si es necesario, rascaremos corteza muerta o cualquier suciedad. Pequeños detalles pueden hacer fracasar nuestro sistema quedando decepcionados. Por ello echaremos un vistazo a los tres días, si no han encontrado un lugar para pasar, estará bien colocado.
Comprobación final
La comprobación total, se basa en golpear repetidamente con un palito sobre las ramas como si fuéramos un pájaro carpintero; saldrán de donde estén rápidamente tronco abajo temerosas. Si después de colocar el sistema, algunas se quedaron arriba, las tiraremos con una brocha suavemente.
Si hemos visto que se nos cuelan, meteremos en las fisuras un poco de papel de un pañuelo y será suficiente.
Fuente: Vinculando