Una investigación de la Universidad de Washington cuyos resultados se han publicado hace unos meses, demuestra que los efectos nocivos de la exposición a pesticidas y plásticos, puede transmitirse por lo menos tres generaciones. Este mismo estudio explica que una mujer expuesta al hidrocarburo metoxicloro podría aumentar las probabilidades de que sus bisnietos padezcan ciertas enfermedades, especialmente renales y ováricas, además de tener una mayor propensión a la obesidad. Además, afirma que este pesticida puede tener consecuencias nefastas para las personas expuestas al mismo: Reducción de fertilidad y enfermedades precoces en adultos.
Esta investigación, realizada por el equipo del profesor Michael Skinner, profesor de la Universidad del Estado de Washington, ha estado financianda por los Institutos Nacionales estadounidenses de salud.Para llegar a esta conclusión, el equipo expusieron a ratas embarazadas al metoxicloro, y comprobaron cómo aumentaba la incidencia de enfermedades renales y ováricas en los descendientes de hasta tres generaciones siguientes.
El metoxicloro se introdujo en 1948, aunque su uso no se generalizó hasta la década de los 70. Actualmente, se utiliza mucho en cultivos agrícolas y ganadería. En 2003, fue prohibido en Estados Unidos debido a su gran toxicidad y a su capacidad para alterar los sistemas endocrinos.
Los investigadores piensan que que este pesticida tan común en muchos países del mundo puede afectar a la activación y desactivación de los genes de los descendientes, a pesar de que su ADN y su secuencia genética no varíen.
Como conclusión de este estudio, Skinner sugiere que las crecientes tasas de obesidad en Estados Unidos podrían estar derivadas de la exposición al metoxicloro a lo largo de los pasados 50 años.
Fuente: Vivo Sano