La arcilla verde existe hace mucho tiempo y sus utilidades son tan variadas que te van a sorprender. La arcilla verde es uno de los remedios más versátiles que nos ofrece la naturaleza. Desde ayudarte a curar heridas, hasta regenerar lesiones. Limpia profundamente y elimina las impurezas y toxinas de nuestro organismo. Todo esto la ha convertido en un elemento imprescindible en el botiquín natural desde la antigüedad.
- Pequeñas heridas y cortes: Mezclar con agua y dejar sobre la lesión el tiempo necesario, sin dejar que la arcilla se seque.
- Pequeñas quemaduras: Si se aplica la arcilla a tiempo, se puede evitar que se forme una ampolla.
- Aftersun natural: añadir una taza de arcilla verde a una bañera de agua fría y sumergirnos en ella para aliviar el enrojecimiento e irritación de la piel tras la exposición al sol.
- Dolores de cabeza: preparar una compresa con arcilla y aplicarla a la altura de la nuca durante veinte minutos, y después en la frente durante otros veinte minutos.
- Pequeños granitos: Aplicar una capa de arcilla sobre el granito y dejar secar durante la noche. Aclarar con agua al día siguiente.
- Lesiones musculares y torceduras: Relaja el músculo y regenera celularmente el área afectada. Se recomienda cubrir la zona con una compresa de barro y enjuagar el residuo de la zona con agua fría cuando empiece a secarse y agrietarse. No hay que reutilizar la arcilla.
- Piel grasa: Utilizada como máscara facial la arcilla penetra en los poros, elimina toxinas, impurezas y el exceso de grasa.
- Aliviar la fatiga visual: Preparar con una gasa unas pequeñas compresas, del tamaño de una bolsa de té y dejarlas sobre los ojos cerrados de 20 a 30 minutos.
- Picaduras de Insectos: la arcilla tiene la capacidad de extraer el veneno fuera del cuerpo y además calma la piel irritada e inflamada, por eso es ideal para usar en mordeduras y picaduras de insectos.
- Artritis: debido a sus propiedades antiinflamatorias la arcilla alivia el dolor y las molestias asociadas con la artritis. Formar una pasta suave y aplicar una capa gruesa de aproximadamente 1-2 cm directamente en las articulaciones afectadas y cubrir con gasas o una tela de algodón. Dejar el tratamiento sobre la zona afectada de 30 minutos a una hora y retirar la arcilla con agua tibia. También nos puede ayudar a recuperarnos después de una lesión ósea; una vez retirado el yeso o la férula se puede continuar el proceso de curación del hueso aplicando compresas o cataplasmas y dejando actuar durante 1 hora.
- Anti-estrés: después de un duro día un baño nocturno con arcilla nos ayudará a relajarnos y a recuperar la paz. Disolver 3 o 4 puñados de arcilla en el agua de la bañera y permanecer 20 minutos dentro, moviendo de vez en cuando las piernas y los brazos para mantener la arcilla en suspensión.
11 tips que nos sirven para mucho. Aun así, consulta tu caso con nosotras.